Las mesas redondas tienen algo muy especial: son agradables, invitan a la conversación y al debate, puesto que todos los invitados están casi a la misma distancia los unos de los otros.
Las mesas redondas tienen algo muy especial: son agradables, invitan a la conversación y al debate, puesto que todos los invitados están casi a la misma distancia los unos de los otros.