Cuando compramos un piso de segunda mano o de obra nueva , el vendedor se compromete a entregar la vivienda en perfectas condiciones de habitabilidad y está obligado a reparar los defectos ocultos que tuviera el inmueble, si estos inhabilitan el inmueble para su uso, o bien el comprador no lo hubiera comprado o hubiera pagado menos por él de haberlo sabido antes.
Si acabas de comprarte un piso y quieres reclamar que la vivienda tiene grietas, humedades u otros defectos te conviene leer este artículo.
Según el Tribunal Supremo son cuatro los requisitos que deben cumplirse a la hora de reclamar un vicio oculto.
1º El defecto debe ser oculto y difícilmente reconocible por el comprador. Para ello se tiene en cuenta el comprador, que en caso de ser arquitecto o trabajar como perito podría haber reconocido el vicio.
2º El comprador debe probar que el defecto se encontraba en el piso antes de la venta.
3ª El vicio debe ser lo suficientemente grave como para que , “si la hacen impropia para el uso a que se la destina, o si disminuyen de tal modo este uso que, de haberlos conocido el comprador, no la habría adquirido o habría dado menos precio por ella” (artículo 1484)
4º La denuncia debe hacerse no más tarde de seis meses después de que la vivienda fuera entregada.
En caso de que los vicios ocultos queden demostrados ante el juez, el comprador puede optar por devolver la vivienda y con ello recuperar la totalidad del importe, o bien aceptar la devolución de una parte del dinero que vendrá a juicio de un perito.
Comprar un piso es una de las mayores inversiones que haremos en nuestra vida y para evitar una de estas situaciones es recomendable asegurarnos bien de que no existen este tipo de defectos.
Por ello es aconsejable hacer la visita previa de la compra con un perito o arquitecto que haga una evaluación del inmueble, así como hablar con los vecinos o examinar los espacios comunitarios que también puede darnos muchas pistas sobre su estado.